Camino de Santiago

PARADA EN CONXO

Máis dunha cincuentena de rapaces e rapazas, profesores do Colexio Salesiano María Auxiliadora e animadores do Centro Xuvenil Abertal realizaron, xa por terceira vez consecutiva, ao longo da semana de Pascua a experiencia do Camiño de Santiago a través do Camiño portugués e pola 'variante de Conxo. Tamén nesta ocasión uniríanse ao alumnado dos outros centros salesianos de Galicia camiñando cara Compostela cada un por cadanseu camiño
O sol do 20 de abril acariñou e acompañou os nosos pasos ata a Igrexa da Nosa Señora da Mercede onde, como grupo fariamos a nosa penúltima parada antes de chegar á catedral. Fiel, coma sempre recibiunos, acolleunos e saudounos o párroco Don Manuel que ademais de contarnos a historia e a importancia do Santo Cristo, animonos a proseguir a experienica da nosa peregrinación atopándonos a nós mesmos, aos demais e a Deus.
Aí... onde tantos e tantas antes ca nós o fixeron... tamén estes novos peregrinos escribiron a súa persoal e particular carta a Xesús.

Agradecendo a acollida brindada e namentres nos poñían o selo parroquial nas nosas credenciais fomos saíndo do templo, e no adro da igrexa puidemos saborear e repoñer forzas coa merenda para a última subida antes da nosa entrada no Obradoiro para abrazar ao Apóstolo.


Moitas grazas pola vosa acollida, volveremos vernos
Segundo Cousido


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Peregrinos de Sevilla  haciendo el camino portugués desde Tuy  a su paso por la parroquia de Conxo


fotografía:Gonzalo Angueira

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CONXO EN EL CAMINO DE SANTIAGO
Por Decreto de 5 de septiembre de 2013, firmado por el Presidente de la Xunta de Galicia, y cumplidos los requisitos previos a tal efecto, se aprueba, entre otros, la delimitación de los tramos del Camino Portugués a su paso por el municipio de Santiago de Compostela.
Se conservan cantidad de documentos medievales y modernos que acreditan dicha resolución, no solamente escritos, sino también geográficos: las principales vías romanas de unión entre el norte de Portugal y Galicia juegan papel destacado a la hora de configurar el itinerario a Compostela.
Por ello, podemos afirmar con toda razón que este Camino Portugués tendría su comienzo en Coimbra y entraba en Santiago por Conxo, junto al Castillo de la Rocha, para rezar ante la Virgen de la Concha -sobre la que abundaremos en otra ocasión- y que tanta devoción suscitó en la Edad Media, entre los peregrinos del sur, como en todos aquellos que se acercaban a Santiago para visitar la tumba del Apóstol.
Se añaden ahora más motivos para que con justicia pasen los peregrinos por nuestra parroquia, entre otros, la monumental Iglesia y Monasterio de la Merced.
El 5 de septiembre de 1962 el Camino de Peregrinación a Compostela fue declarado Conjunto Histórico Artístico y el 11 de diciembre de 1993 la Unesco lo reconoce como Patrimonio Universal de la Humanidad, con todas las consecuencias que ello conlleva para los que vivimos en Conxo.

CONXO EN LAS LEYENDAS  DEL CAMINO
El Camino de Santiago está plagado de leyendas; también Conxo tiene la suya; a ella atribuyen varios autores el origen del topónimo Conxo.
Rwisinda, noble y bella, es requerida por el amor de dos mancebos: Almerico Canogio, hijo de un señor feudal del norte de Francia; y el conde Guarino, cuyo amor es rechazado por el precedente compromiso matrimonial con Almerico.
Este se pone en camino hacia la tumba de Santiago para cumplir un voto, a causa de una enfermedad de su padre. Le acompañan, entre otros, su amada Rwisinda y el obispo, canciller de su noble padre.
El celoso conde Guarino aprovecha las inclemencias del camino para perpetrar su venganza, matando a traición a Almerico; pero la fiel Rwisinda decide continuar la peregrinación para cumplir el voto y dar digna sepultura al fallecido.  Elige las orillas del Sar, donde un grupo de mujeres hacen vida eremítica en torno a una pequeña iglesia, dedicada a Santa María.
Para honrar la tumba de Almerico y renunciar al mundo, Rwisinda entra en clausura; y desde entonces el lugar toma el nombre de Canogio en honor al noble Almerico Canogio fallecido.

CONXO EN LOS CAMINOS A COMPOSTELA
No sólo la leyenda de Rwisinda y Almerico intentan dar origen noble a nuestro lugar de Conxo, sino que otros muchos autores nos hablan con diferente 
lenguaje de Conxo en los caminos a Compostela.
El año 1631 nos visita un ilustre personaje, el dramaturgo mercedario Tirso de Molina, y nos deja reflejados en su Historia de la Orden de la Merced datos sobre la primera fundación del cenobio de Conxo por parte del obispo de Iria Flavia, Pelagio, por los años del novecientos; dedica la pequeña iglesia a la Madre de Dios y pone en ella una imagen bajo el título de Santa María de la Concha, de la que deriba el nombre de Conxo. La milagrosa imagen atrae a los peregrinos que vienen a Compostela y Conxo se convierte en la segunda estación de su recorrido. En tiempos de Tirso se conservaba todavía esta imagen.
El dato que aporta nuestro ilustre visitante viene a concretar el recorrido del tramo final del "Camino Sur": Braga-Tuy-Iria-Compostela. Y así es sentir de diferentes autores que en este itinerario sur se pasaba desde el Milladoiro a Canogio, atravesando el río Sar, a cuya margen derecha del Camino se situaba el monasterio,para seguir hasta "El cruceiro de Conxo",
 desde donde, por Conxo de Arriba, se pasaba al Hospital de Santa Marta...  La presencia de peregrinos en Conxo queda justificada por estar el monasterio al lado del Camino de los portugueses; de los que llegaban a Padrón por la ruta marítima; de los que, terminada su peregrinación  regresaban a sus respectivos países; o por los que sencillamente visitaban estos lugares tan vinculados a las tradiciones jacobeas.Por esta ruta del sur entra también Almanzor el año 997 y arrasa todo lo que encuentra por el camino, destruyendo, entre otros, nuestro cenobio de Conxo.Unos sencillos versos, que recitan aún nuestros mayores, confirman esta tradición del camino sur; dicen así:  " Se vas a Santiago /  E pasas pola Mercé / No te esquenzas primeiro / De postrarte ós seus pés / Porque Santiago é discípulo / A Mercede Nai é / E ante unha Nai / Nen o mesmo Señor se deixa sorprender".








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