27 de abril, Festividad de San Pedro Armengol


Nuestra parroquia de Conxo le ha dedicado dos preciosos lugares: uno en el retablo mayor, imagen 2ª de la izquierda, encima de S. Ramón, y otro retablo entero en la Capilla del Cristo, 1º de la derecha.
Podemos distinguirlo perfectamente por sus característicos símbolos: soga al cuello y en uno de los bajo relieves, la Virgen elevándolo para salvar su vida de la horca.
“…El día 27 es la festividad de San Pedro Armengol, Mártir Mercedario.
Un patíbulo lo hizo santo.
Su vida tiene episodios sumamente simpáticos e interesantes. 
Nos agradan los santos de vida novelesca. 
A la Magdalena, llorando postrada a los pies del Salvador, ¡de qué buena gana le perdonamos su vida pasada de pecadora!... 
San Pablo, herido por la gracia y clamando a Jesús: «Señor, ¿qué queréis que haga?», ya no es a nuestros ojos el cruel perseguidor de los discípulos de Cristo; y hasta recordamos sus tristes hazañas por odio al nombre de Cristo, con no sé qué de simpatía y deleite.
La vida crapulosa de Augustino, contada por él mismo en sus admirables «Confesiones», no consigue que miremos con repulsión la figura egregia del mayor de los Padres de la Iglesia; hasta parece que sus pasados crímenes añaden algo de interesante a sus años de esclarecido santo.
Pues la figura de San Pedro Armengol no es menos bella a nuestros ojos, por haber sido bandolero y asesino.
Lo vemos con la librea mercedaria, cándida como la pureza, y no nos repugna, pues sus virtudes de hoy nos hacen olvidar fácilmente sus maldades de ayer. Y cuando lo vemos colgado de un árbol por amor de Cristo y sostenido en el espacio por la misma Reina de los Ángeles, el capitán de ladrones de los Pirineos, nos parece un ángel de candor, y sus pasados crímenes solo sirven para hacer más interesante su figura de esclarecido santo. ¿Quién se acuerda de los crímenes del Buen Ladrón, cuando le oímos decir a Jesús desde lo alto de la cruz «acuérdate de mí cuando estuvieres en tú Reino?»
Sólo tú, Jesús, eres capaz de justificar al impío; sólo tú puedes convertir en ángel a un malvado; sólo tú capaz de hacer un cielo de un antro de dolor.”
                            Fr. Serapio González Gallego. Publicaciones La Merced. Abril de 1919.

Share this post!

Bookmark and Share

0 comentarios:

Publicar un comentario