800 aniversario de la Orden de la Merced

Este año se conmemora el 800 aniversario de la fundación de la Orden de la Merced por Pedro Nolasco.  
   Nace en Toulouse a comienzos del siglo XII, pero pronto se traslada a Barcelona, donde ejerce como mercader. Descubre el drama del cautiverio de los cristianos en poder de los musulmanes, durante las guerras entre el Islam y la Cristiandad. El 2 de agosto de 1218, la Santísima Virgen le inspira la fundación de una Orden para la redención de cautivos. Su obra logra, desde el inicio, el apoyo del rey Jaime I. Al cumplimiento de ese fin se dedica la vida de sus miembros y los bienes de la Orden. 
Cada mercedario profesaba un "cuarto voto", que consistía en "quedar en rehén, en lugar de un cautivo, sobre todo si su fe peligraba". Así, rendime a más de 70.000. Al término de esta situación, la Orden lucha contra otras formas de cautividad, de acuerdo con la realidad socio-religiosa de cada tiempo. Ocho siglos de historia al servicio de la libertad y dignidad, combatiendo viejas y nuevas formas de esclavitud. 
La Orden mercedaria tiene especial devoción a María, siempre presente en su acontecer apostólico. Así, una pléyade de escritores mercedarios y la sensibilidad de los pueblos en los que está presente han conformado una riquísima letanía, entre la que destaco: Madre de cautivos y  redentores, Abogada del Buen aire, Comendadora, Chinita Meche, Guardiana de la Ciudad, Protectora de la Patria, Portera, Patrona de Encarcelados. 
   Con ocasión de la efemérides, el Papa Francisco ha concedido un año de Gracia, decretando jubilares a los Templos Mercedarios. En Madrid se ha celebrado la ceremonia de apertura en la Parroquia Hispanoamericana de la Merced, que alberga numerosas capillas dedicadas a las advocaciones de países iberoamericanos. En esta iglesia, de excepcional altura y dimensiones, se ha inaugurado su Puerta Santa y puede ganarse indulgencia plenaria todo este año. 
La orden, conforme a su carisma, pide además intensificar la devoción a la misericordia divina y vivir una fe encarnada, con acciones en favor de pobres y desfavorecidos.

                                                                               Federico Fernández De Buján